Las líneas el Sajama se encuentran en el Parque Nacional Sajama, se los puede apreciar a traves del aire
Se trata de una densa red de geoglifos que se extiende por una enorme superficie quince veces mayor que la peruana: 22.525 kilómetros cuadrados del altiplano, en el extremo occidental nacional, en las inmediaciones del Nevado Sajama que le da nombre.
Las líneas Sajama del oeste de Bolivia son una red de miles (posiblemente decenas de miles) de caminos casi perfectamente rectos grabados en el suelo continuamente durante más de 3.000 años por los indígenas que viven cerca del volcán Sajama. Forman una red similar a una web que cubre el Altiplano
El Sajama, techo del país con 6.542 metros de altitud, es un estratovolcán extinguido que se yergue en el departamento de Oruro, a centenar y medio de kilómetros de La Paz. La diferencia fundamental de sus líneas con las de Nazca está en que parte de éstas forman dibujos que ya se han hecho populares, como las que representan animales (mono, araña, colibrí…) o incluso una figura antropomorfa, junto a otras muchas estrictamente geométricas y rectas; en cambio, las bolivianas se enmarcan exclusivamente en ese último tipo.
Hay miles y si se sumara su longitud total rondaría los 16.000 kilómetros, el triple que la distancia entre las costas Este y Oeste de EEUU.
Cada línea constituye una especie de camino de un ancho entre 1 y 3 metros, siendo las más largas de unos 20 kilómetros. La técnica de construcción es similar a la de Nazca: eliminando la vegetación (se trata de una zona boscosa) y raspando la oscura superficie del suelo -básicamente roca oxidada- para dejar expuesta la siguiente capa, de un tono más claro. Las irregularidades del terreno y los obstáculos naturales propios de la orografía de esa zona se unen a la falta de perspectiva para dificultar la observación del desarrollo lineal, pero desde el aire o desde algunas montañas del entorno se obtienen vistas claras e impresionantes.
El pueblo responsable de esa magna obra fue el aymara, que se supone realizó las obras hace tres milenios si bien actualmente hay una población escasa. Sin embargo, las Líneas de Sajama estuvieron en el anonimato hasta que Aimé Félix Tschiffely, un viajero suizo nacionalizado argentino, hizo la primera referencia en su libro Paseo de Tschiffely, publicado en 1932 y en el que narraba el periplo que protagonizó a caballo desde Buenos Aires hasta Nueva York entre 1925 y 1928.
Curiosamente quien primero estudió el lugar fue otro suizo, el antropólogo y etnólogo Alfred Métraux, que en 1939 se hallaba trabajando en Bolivia con una beca de la Fundación Guggenheim; su labor fue limitada por el escaso tiempo de estancia, aunque décadas después volvería a Sudamérica para centrar su interés en aymaras, chipayas y quechuas.
Plano general de la red de líneas/Imagen: Universidad de Pensilvania
Es decir, las Líneas de Sajama continuaron en un segundo plano del que no han salido todavía, a pesar de que se han ido sucediendo otras investigaciones: en los años setenta el cineasta Tony Morrison rodó un documental y escribió algunos libros sobre el tema, siendo el primero en sugerir la relación de las líneas con las cumbres de los alrededores integrando una especie de complejo de peregrinación.
La teoría de algunos investigadores bolivianos se orienta a relacionar parte de las líneas con necrópolis prehispanas, mientras otros expertos lo hacen con importantes centros espirituales sudamericanos (Tihuanaco, Isla del Sol…) o les confieren un significado astronómico.
Hace unos años se llevó a cabo un nuevo estudio denominado Tierra Sajama Project, fruto de la colaboración entre la Universidad de Pensilvania y la Fundación Landmarks (una entidad neoyorquina sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de lugares sagrados de todo el mundo).
Utilizando la más moderna tecnología, como el sistema por satélite SIG y otros medios cartográficos digitales, levantaron un mapa tridimensional del conjunto de líneas y otras estructuras asociadas con vistas no sólo a intentar ampliar la información de manera que se obtuviera una visión de conjunto, sino también a favorecer su adecuada protección de cara a una posible y probable explotación turística sin riesgo en un futuro, elaborando un plan de gestión para preservarlas de problemas tanto naturales (erosión, degradación) como humanos (vandalismo, masificación). El proyecto incluía una base de datos bastante completa, referentes a vegetación, orografía circundante, poblaciones, huacas, etc.
Gracias al Tierra Sajama Project algunos científicos consideran que las líneas convergen en puntos concretos (o parten de ellos) en grupos que van de tres a una decena lo que, combinado con otros factores (como las asociaciones antes indicadas), lleva a pensar que su construcción tenía un motivo espiritual o religioso. El trabajo estadounidense, no obstante, fue duramente criticado e incluso rechazado en su parte histórica por arqueólogos profesionales al considerarlo superficial (los autores se defendieron diciendo que la prensa lo había magnificado).
De hecho, muchos atribuyen a parte de las líneas un origen más reciente, probablemente colonial, como meras vías de comunicación. Entretanto, hoy los aymara siguen usándolas simplemente así, como caminos para desplazarse; ellos los llaman ceques. Y es que el que podría considerarse como sitio arqueológico más grande de los Andes aún se muestra esquivo y todavía guarda muchos de sus secretos.
Caracteristicas
Investigaciones recientes revelaron que esta red de líneas cubre un área de 22,525 km2 (8,697 millas cuadradas; 5,566,000 acres), aproximadamente quince veces más grande que el área cubierta por las Líneas de Nazca en Perú. Estimaciones aproximadas sitúan su longitud lineal en aproximadamente 16,000 kilómetros (9,900 millas), aproximadamente tres veces la anchura de los Estados Unidos. Como tal, las líneas de Sajama son el sitio arqueológico más grande de los Andes y podrían considerarse la obra de arte más grande del mundo.
Las líneas se crearon raspando a un lado la vegetación y el material de la superficie oscura que consiste en tierra y roca oxidada y exponiendo el material del subsuelo más claro. Al igual que las Líneas de Nazca más conocidas (que difieren de las Líneas de Sajama en que algunas de las de Nazca son representaciones de animales), ni el propósito de estas líneas, ni cómo los fabricantes lograron tal precisión, se comprenden completamente.
Los académicos de la Universidad de Pennsylvania describen:
Si bien muchas de estas líneas sagradas se extienden hasta diez o veinte kilómetros (y tal vez más), todas parecen mantener una notable rectitud a pesar de la topografía accidentada y los obstáculos naturales. El gran número y la longitud de estas líneas a menudo es difícil de percibir desde el nivel del suelo, pero desde el aire o desde los puntos estratégicos de la colina, son impresionantes.
Muchos creen que las líneas fueron utilizadas originalmente por los indígenas cuando hicieron peregrinaciones sagradas. Intercalados entre esta red de líneas radiales y alineados donde se unen las líneas hay wak'as (santuarios), chullpas (torres funerarias) y aldeas, lo que hace del área un paisaje cultural único. Aunque la región ahora está escasamente poblada, hay evidencia de que algunas de las líneas todavía se usan como senderos.
Análisis y conservación.
El primer relato de las líneas de Sajama en inglés es una breve referencia del viajero Aimé Felix Tschiffely en 1932. Esa misma década, el antropólogo Alfred Metraux llamó la atención de los académicos sobre las líneas y las estructuras asociadas cuando publicó un trabajo de campo etnográfico sobre los pueblos aymara y chipaya de la región de Carangas.
En la década de 1970, el escritor y cineasta británico Tony Morrison informó sobre esta red de líneas y caminos sagrados. En los últimos años, organizaciones como la Fundación de Puntos de referencia han estudiado y mapeado las líneas de Sajama para crear una base de datos para ayudar a proteger el paisaje de las amenazas de erosión, el desarrollo no financiado internacionalmente y el turismo en el área, y otros peligros que surgen de la ausencia de un plan de manejo.
La Fundación de Puntos de referencia trabajó con la Universidad de Pensilvania para desarrollar el "proyecto Tierra Sajama" que utilizaba sistemas de información geográfica (SIG) y otras herramientas analíticas de medios digitales para mapear, describir y analizar las líneas de Sajama y sus estructuras asociadas con el fin de ofrecer estrategias para proteger y promover las líneas en el futuro. El proyecto Tierra Sajama
Creó una base de datos informática de mapas e información pertinente sobre las líneas, la vegetación local y la topografía relevante.
Analizó e interpretó los patrones y significados de varias características de la tierra, como santuarios en la cima de las montañas y estructuras religiosas para determinar posibles alineaciones con las líneas sagradas.
Desarrollé propuestas que brindaban protección a largo plazo a las Líneas y una mejor apreciación del paisaje sagrado.
Según los participantes de Tierra Sajama:
Las líneas de Sajama son ejemplos extraordinarios de logros humanos y expresión espiritual. Con una adecuada conservación y gestión, desarrollo responsable, prevención de la erosión y medidas para minimizar el vandalismo, las líneas de Sajama pueden protegerse en beneficio de los turistas de todo el mundo y de la población local.
Fuente: https://www.labrujulaverde.com
Para saber mas puede consultar
https://en.wikipedia.org/wiki/Sajama_Lines
BLog en homenaje al departamento de Oruro. Guia turistica. Destinos turisticos de Oruro Bolivia